Federico Vieira Jiménez-Ontiveros

Federico Vieira Jiménez-Contivermos (Sevilla 1971). Cursó estudios en su ciudad natal donde empezó a escribir poesía y algún ensayo de teatro durante su juventud. Allí mantuvo su residencia con su familia hasta sus veinticinco años, cuando se trasladó a la cercana localidad de Alcalá de Guadaíra, donde fijó su residencia y creó su propia familia.

Actualmente sigue residiendo en Alcalá de Guadaíra donde empezó a tener mayor actividad artística participando en algunos concursos literarios, poemarios colectivos, grupos. En esta nueva entrega, nos presenta su más reciente libro titulado “La primavera en Julia”, donde podremos encontrarla en la plataforma electrónica Amazon. Por otra parte, tiene otras grandes aficiones: la cocina y la fotografía.

Te invitamos  a   conocer  a  nuestro   escritor.

Federico es un sevillano afincado en la cercana localidad de Alcalá de Guadaíra, divorciado, con dos hijos maravillosos, que a los 15-16 años empezó a escribir poesías, simplemente por el placer de expresar mis sentimientos, y, que, tras muchos años entre trabajos y trabajos, entre versos y más versos, decidió publicar sus poemas y aventurarse en el mundo de las novelas, cosa ardua y complicada que es este mundo de las editoriales.

¿De dónde surgió la pasión de escribir?

También me gusta la fotografía y tengo a medio preparar una exposición sobre músicos, aunque ahora mismo el proyecto está parado. Siempre he ido con mi cámara en mano y tengo como unas 17.000 fotografías guardadas, algo más. La pena es que por cuestiones del paro tuve que vender la cámara, pero espero que pronto pueda retomar esta pasión.

¿En qué te enfocas para poder escribir?

Al iniciar como escritor. ¿Qué fue lo más difícil?

Habría muchas cosas que contar sobre mi vida al volante de una ambulancia, algunas más divertidas, otras más duras, o incluso injustas por el abuso de los servicios de urgencias. Pero te puedo contar que no hay nada más gratificante que ver a los pacientes que van a rehabilitación día a día, y que van mejorando, con mucho esfuerzo, incluso deprimiéndose porque ellos no ven sus avances al igual que los que los observamos. Verás, conocí a un señor que sufrió un infarto cerebral, de la noche al día no podía andar, perdió la movilidad de un brazo. El buen hombre lo pasó muy mal, y más dada su juventud, a veces no podía impedir llorar viéndose en esa situación, con dos extraños bajándolo en un asiento especial por las escaleras del edificio cuando pocos días antes era capaz de hacer su vida como cualquier mortal. A este hombre lo recogíamos todos los días, conseguimos animarlo, que no dejase de luchar, que por suerte iba a recuperar casi su total autonomía. Pues bien, un día, cuando lo llevaba de regreso a casa, me pidió que si se podía sujetar a mi hombro con su brazo aún sano e intentar subir las escaleras andando. Fue muy gratificante verlo subir con mi ayuda y que me agradeciese todo lo que habíamos hecho por él y por muchas otras personas.

¿Cómo describirías tu libro “Epístolas y alpiste”?

Fue mi primera novela, un proyecto y un reto personal del que estoy muy orgulloso. Disfruté muchísimo escribiendo esta obra sobre Federico García Lorca y qué habría sido de él si no lo hubiesen prendido y asesinado impunemente. Es el sueño que cualquier persona que ha perdido a sus familiares durante la guerra civil o bajo la dictadura hubiese deseado para ellos, que, aunque lejos de sus seres más queridos hubiesen seguido viviendo. Para mí es un canto a la vida a través de la mirada de tan gran poeta y dramaturgo.

Es un libro de poemas sin musa, donde los versos se mezclan con prosa (en su segunda edición recién publicada en Amazon ya todo es verso) después de encontrarme con mi mirada en el fondo de un vaso vacío de alcohol y ya de vuelta a casa. Fue mi primer libro auto publicado, mi primer paso editorial que, por haber sido una edición de tan sólo 50 ejemplares, he decidido darle el tiempo que no le di en su momento. Es poesía íntima, muy personal.

¿Cómo describirías tu libro “La Primavera en Julia”?

Julia es una mujer joven, independiente, con un trabajo gris y monótono donde tiene que soportar a su jefe de departamento y su constante y mal disimulado acoso. Es una mujer que sueña con unos zapatos negros y con el tacón de aguja y bien altos, sueña con el collar de perlas que los acompaña en el escaparate, sueña con un amante que aún no ha llegado a su vida, sueña con ver cumplidas sus ilusiones laborales, mientras su vida continua en la ciudad de Nueva York a la vez que el invierno se aleja de su mundo, rodeada de las mejores amigas y de su familia, todo rodeado de sus sueños más secretos y sexuales, donde Julia da rienda suelta a la lascivia que duerme dentro de ella.

Sí, claro. Cuando empecé a escribir esta novela probé primero con las escenas eróticas, para ver si se me daban bien relatarlas. Ya escritas unas siete, o cosa así, le comenté a unos amigos mi intención de escribir esta novela. Uno de ellos me pidió que se los enviase para entonar a su pareja y, a los dos o tres días, le pregunté que qué tal le había ido. Y hasta ahí puedo contar. (Ja, ja…)

¿Cómo invitarías al público a leer tu libro?

Si tuvieras que dar el premio “Perezoso” al libro más aburrido que hayas leído. ¿Cuál sería? ¿Por qué?

Me pones en un apuro, porque tengo varios amigos escritores y no podría mencionar sólo a dos, pero si hablamos de escritores ya reconocidos, uno de ellos sería Arturo Pérez-Reverte, todo lo que he leído de él me ha encantado, y el otro sería Christian Jaq, sus novelas egipcias son increíbles.

Esa es una pregunta de cuando éramos niños. Si lo miramos en plan egoísta me gustaría tener el poder de volar, y sería para eso, volar. Y sin ser tan infantil y más generoso quisiera tener el poder de poderlo todo y así acabar con todas las injusticias, el hambre, la guerra, la pobreza, todo aquello que la humanidad ha causado por su puro egoísmo.

Cada momento con mis hijos es grandioso.

Para  concluir, agradecemos  a la  escritor por su amabilidad  de  contestar;  nuestra pequeña  entrevista. ¡Listos! Ya  conocen, un poco más  a  nuestro invitado. ¡Atrévete!  a conocerlo leyendo su libro.

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