¡Saludos! Sin duda, estos meses vamos con mas
calma en las lecturas, espero de corazón
que se encuentren bien, en estos momentos difíciles. ¡Recuerden tomar las medidas de higiene y
seguridad con seriedad, porque con la salud no se juega!
17
relatos de terror y suspense. Vampiros, visitantes nocturnos, hombres lobo,
fantasmas japoneses, inquietantes brujas, bosques oscuros, diablos desatados,
leyendas urbanas... y Slenderman. El autor del libro aconseja realizar su
lectura solo durante el día y lejos de bosques y lugares apartados.
Después
de haber leído el libro «Cómo matar a
Slenderman» del
autor Juan Velarde. Pensé en
realizar una reseña hablando del contenido de los relatos, pero mejor opté por
realizar un pequeño análisis FODA de lo más relevante del libro. Antes de
comenzar, agradezco al escritor por escribirnos en el blog para realizar esta
colaboración.
¡Como
siempre nuevamente va nuestra
introducción! No, me culpen soy Administrador. Jaja
La matriz FODA está conformado
por cuatro cuadrantes: las internas corresponden a las fortalezas y debilidades
que encontré en la lectura del libro, mientras las externas son las
oportunidades y amenazas que pueden ser devoradas
por un conejo hambriento y mal humorado.
Pero
en esta entrada nos centraremos en el libro que hemos leído, para poder
describirlo.
FORTALEZAS
La
lectura que encontramos en cada uno de los relatos es fluida y
sencilla, donde no tendremos problemas en seguir cada una de las historias de
terror que nos presenta el autor. Por otra parte, los relatos que más me llamaron
la atención fueron:
Un coche en Darley
Wood: La trama que nos presenta me pareció interesante,
porque al final el protagonista Jake
logró tener la calma que tanto buscaba; mientras seguía leyendo relacionaba
cada una de las escenas con otras historias semejantes que conozco.
El Dorlis: Sin
duda, este relato es uno de los que más destacaría porque la trama que gira a la protagonista Alison Delaboire,
te atrapa de inmediato, cada uno de los sucesos que se describe hizo que me interesa saber sobre la trágica maldición que la persigue.
Desde
luego, estos dos relatos encajan muy bien en la sinopsis que encontramos en el
libro, reflejando personajes tan espeluznantes y tan fuera de lo común (un
caballo que habla) que me pusieron a imaginar como serían.
La
idea principal de cada uno de los relatos
sigue su curso, sin perderse por otra dirección al dar a conocer
poco a poco los misterios que rodean a
cada uno de los protagonistas de los 17 relatos, lo que hace amena la
lectura.
DEBILIDADES
Sin
duda, la presentación de nuestro producto es
muy importante, por ende, recomendaría al autor mejorar la portada con algo más representativo de su libro y desde
luego, mejorar la presentación
del contenido del libro por dentro porque al seguir leyendo cado uno de los
relatos encontramos tramas con
similitudes y otros relatos demasiado lineales y sencillos que, en vez de sumarle,
le restan presencia.
OPORTUNIDADES
Al final tenemos una lectura fluida y sencilla que podemos disfrutar en
un rato de descanso. El argumento realmente resulta ser fresco y atrayente,
donde el escritor, podría encantar a los lectores que les gusta este género literario.
Algo que siempre agradezco a los autores es que no se enrollen mucho en el
relleno que solo cuentan lo relevante, también puedo destacar que cada relato tiene las páginas necesarias
para poder disfrutar el relato de principio a fin, sin tanta interrupción.
AMENAZAS
Para mí
es muy importante que los párrafos estén
separados para que sea más fácil de leerlos. Además, el contenido me pareció
interesante para poder tener una continuidad y resolver las incógnitas que puedan quedar
en cada uno de los relatos.
En conclusión, no soy muy fan de los relatos cortos, pero el libro
«Cómo matar a Slenderman» del autor Juan Velarde hizo que pasara un rato agradable.
Espero que el autor, no se encasille en solo relatos, me gustaría volver a
leerlo con otro libro diferente.
Pienso
que la prioridad de un escritor es no rendirse, lo cual lleva consigo la
constancia y el creer en uno mismo. No hay nada más triste que el talento
desaprovechado. Uno puede ser el mejor escritor del mundo que si no pasas horas
sentado en soledad escribiendo, no conseguirá nada. Pero estas horas no tienen
que ser de sufrimiento. Creo que las mejores páginas se escriben cuando se
disfruta del trabajo y eso siempre se transmite al lector. Luego llegan las revisiones,
que quizá es la etapa más árida. La búsqueda de la palabra exacta siempre lleva
su tiempo; aunque también uno debe aprender a dar un trabajo por terminado.
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