Por siglos las familias Molina y Delgado habían estado
enfrentadas. Batiéndose en una guerra infinita que a lo largo de los años
terminó por cobrar la vida de abuelos, tíos y primos. Pero esa noche mientras
Jaiber pensaba en una manera de ponerle fin a la eterna pelea entre familias,
creyó por fin hallar la solución a ese lento exterminio. Tocó la puerta de la
casa Delgado, comenzando así su elaborado plan de convencimiento. Les habló de
paz, amor y reconciliación. En una actuación tan perfecta y convincente, que
terminó por hacerles creer a todas sus buenas intenciones de acabar con la
pelea.
Poco a poco fue ganándose su confianza, hasta que
terminaron por verlo como a un miembro más de su familia y fue entonces cuando
se dio cuenta que su plan estaba casi completo.
La noche de halloween llevó dulces, disfraces y una caja
con un pastel de fresa, para la cual le pidió un cuchillo a Klara y así
cortarlo en porciones equitativas para todos. Lejos estaban los Delgado de
imaginarse que en aquel pastel había sido vertido un poderoso sedante que los
puso somnolientos a todos.
Cuando los vio dormidos los ató de manos y pies y con dos
cuchillos que le habían entregado para partir el pastel se sumergió en una
danza de cortes y mutilamiento, hasta dejar a todos sus enemigos cortados en
pequeñas partes.
Al día siguiente la policía encontró en aquella casa, los
cuerpos de Klara Delgado, Tinta de limón, Inés, y hasta un felino Jaguar que
tenían en la casa, Todos descuartizados y regados por el piso.
¡Gracias por participar Jaiber Molina Gómez!
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